Constancia
La constancia sigue apareciéndose(me) por dentro. Es un conocernos. Mientras, semillas libres en cada ojoniño veo, y vienen de nadie sabe para crecer como tú y yo. Son como las maracas. Que no se parezca ella a la obediencia. Peor, a la sumisión. Que lenta hunda camino en vidrio. Un baile para jamás codificar. Seguimos. Poco ofrezco con soñarla. Vibra en presencia. Sí, eso escribo porque se alimenta de mi cuerpo para nutrir ajenos, lejos de los regimientos. Hasta aquí lo dejo...